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Entrevistas

Entrevista al padre Salvador Hernández Ramón

El padre Salvador Hernández Ramón es exorcista oficial de la Diócesis Cartagena-Murcia, actual párroco de nuestra Señora de las Mercedes en Puebla de Soto, Murcia

1.- Padre Salvador, ¿qué le ha supuesto conocer a santa Hildegarda?

Para mí ha sido toda una gran sorpresa, pues rompe todos los estereotipos que normalmente conocemos de las vidas de los santos, y para hacerle justicia, se debería dar mas a conocer para aprovechamiento del gran legado que nos dejó para toda la cristiandad. Porque la vida ejemplar de esta santa y de todos los santos aumenta la fe de los cristianos, y también da pie a la conversión de los no creyentes, puesto que siguieron el ejemplo del Modelo de modelos: Jesucristo, el Santo de los Santos.

La fe cristiana nos enseña que los santos y mártires viven en el cielo e interceden por nosotros, ante la Santísima Trinidad, para conseguir nuestra salvación eterna.

Santa Hildegarda llena todo el medievo con su santidad y elevación espiritual, y además, tiene una gran actualidad para la santa Iglesia como doctora. En los tiempos actuales tan cargados de apostasía e increencia hemos de mirar siempre a los santos, donde encontraremos tesoros de virtudes cristianas, buenos ejemplos de vida que nos acercan siempre a Dios.

2.- De la extensa obra de santa Hildegarda, ¿qué es lo que más le sorprende?

Son sorprendentes sus visiones, porque ella dice “cuando Adán después del pecado original perdió el estado de alegría permanente, que iba asociado al estado de gracia, experimentó una serie de cambios en el conjunto de su ser, tanto en su parte corporal como espiritual”. Todos estos cambios lo hicieron vulnerable a las enfermedades físicas y anímicas. Así mismo podemos comprender lo íntimo de esta interdependencia entre lo físico y lo espiritual o anímico, porque según dice ella: “cuando el alma está enferma, esa enfermedad no tarda en manifestarse en el cuerpo”.

En su buen y gran libro Causae et Curae lo explica la santa de esta manera “Porque Adán conoció el bien e hizo el mal comiendo del fruto prohibido, a consecuencia de su transgresión, desencadenó en él la melancolía que sin la sugestión del diablo, no estaría en el hombre en estado de vigilia o durante el sueño”.

Son sorprendentes sus conocimientos sobre las propiedades de las plantas y piedras curativas, para lo cual ella indica una serie de remedios contra las enfermedades. También nos ha dejado una gran herencia como son: sus cartas, libros, antífonas, oraciones, obras de teatro, obras musicales, obras científicas, poemas, correspondencia, sermones, y tríptico de las visiones. Sus remedios curativos de las enfermedades del espíritu como son: ejercitarse en practicar las virtudes contrapuestas a los vicios y pecados que cometemos.

3.- ¿Qué supone la canonización como santa y doctora de la Iglesia?

Por su gran elevación espiritual y sus grandes visiones y conocimientos, merece estar entre los grandes santos y doctores de la Santa Madre Iglesia, por lo que no es de extrañar que haya sido beatificada y canonizada por S.S. Benedicto XVI. Este Papa dijo en su catequesis del 16-03-2006: “Admiremos la labor de las mujeres en la Iglesia, que se manifiestan como creyentes que nos ayudan en nuestro camino”, y “la Iglesia tiene una gran deuda de reconocimiento con las mujeres”. “Lo que las mujeres han hecho por el gobierno de la Iglesia, comenzando por las religiosas, hermanas de los grandes Padres de la Iglesia como san Ambrosio, hasta las grandes damas de la Edad Media –santa Hildegarda, santa Catalina de Siena y santa Teresa de Ávila- y hasta la Madre Teresa”.

4.- En estos tiempos confusos y tibios, ¿qué nos dice al respecto?

Que necesitamos aprender de los grandes santos como santa Hildegarda, para llevar a nuestras vidas todo ese caudal y consejos que la santa nos dejó.

Según ella nos dijo: “Todas las cosas que escribí desde el principio de mis visiones, o que vine aprendiendo sucesivamente, las he visto con los ojos interiores del espíritu y las he escuchado con los oídos interiores mientras, absorta en los misterios celestes, velaba con la mente y con el cuerpo, no en sueños ni en éxtasis, como he dicho en mis visiones anteriores. No he expuesto nada aprendido con el sentido humano, sino solo lo que he percibido en los secretos celestes”. Santa Hildegarda no se atribuye a sí misma ningún mérito, antes bien se define como “pobre criatura falta de fuerzas” todo lo que sabe y hace es obra de Dios. Las visiones, las revelaciones, las curaciones que realizó, fueron sobrenaturales. Se puede considerar que santa Hildegarda continuó el trabajo de los profetas en la proclamación de las verdades que Dios deseó que supiera la humanidad: “Escribe pues estas cosas, no según tu corazón, sino como lo quiere mi testimonio, de Mí que soy Vida sin principio ni fin, ya que no son cosas imaginadas por ti, ni ningún otro hombre lo ha imaginado, sino son como Yo las he establecido antes del principio del mundo”. En todo esto podemos ver el gran caudal espiritual que ella nos comunica.

5.- Como patrono de los exorcistas san Benito Abad le acompaña, ¿qué nos compartiría de santa Hildegarda como abadesa benedictina?

En mi experiencia como exorcista en este ministerio de máxima urgencia y caridad hacia todos los poseídos por los demonios, ha sido y es de gran ayuda todos los conocimientos sobre la vida de san Benito de Nursia, patrono de Europa y gran exorcista. Creó una cruz que lleva un exorcismo en la medalla incrustada detrás del crucificado. Esta cruz de san Benito la utilizamos, por su gran eficacia, todos los exorcistas en los exorcismos, porque libera y expulsa todas las influencias diabólicas.

En todos los exorcismos al hacer la letanía de todos los santos, según la elevación espiritual y santidad de cada santo, provoca en los demonios del poseído una reacción de ira o terror mayor o menor. Al nombrar a santa Hildegarda, como Padre Pío, etc. como están entre los grandes santos, es de gran ayuda para liberar a la persona poseída.

6.- Hoy las familias están muy atacadas, ¿qué nos aconseja?

La familia está considerada como la Iglesia doméstica, para el demonio, que es el mayor enemigo de Dios, la familia es el objetivo principal y es atacada poseyendo a alguno de sus miembros, destruyéndola con las separaciones matrimoniales, amarres, ataduras satánicas, con maleficios de muerte y destrucción. En este tiempo que vivimos se necesitan padres e hijos y familias santas, viviendo una vida de consagración a la Santísima Trinidad y a los Divinos Corazones de Jesucristo y de la Virgen María. Como decía san Benito practicando diariamente su regla de oro: “Ora et Labora”, oración frecuente, vivir los sacramentos y practicar los Mandamientos de la Ley de Dios. Yo suelo dar, a las personas que vienen a mi parroquia, un folio con las oraciones más adecuadas y siete consejos para combatir a los demonios y a sus insidias perversas.

7.- ¿Y a los jóvenes, que les diría? Creo que usted, es cantautor y comenzó de joven en grupos

Que pongan en el centro de sus almas y corazones a Jesucristo y a la Santísima Virgen María, en ellos encontrarán la paz del alma y del corazón. Que aprendan de los grandes santos y santas, como santa Hildegarda, sus buenos ejemplos y virtudes, y tendrán el gozo y la alegría de vivir como ellos vivieron. Esta vida es una gran lucha de la luz del amor de Cristo contra las tinieblas y muerte del diablo maligno. Pero al final y siempre la victoria es de Cristo y de María, “Los Divinos Corazones”.

La música tiene la virtud de atraer a los jóvenes; yo empecé cantando en grupos musicales que nacieron de los coros de mi parroquia, y cuando ya era cura por petición del obispo que me ordenó de sacerdote, D. Javier Azagra Labiano que en Gloria esté, cantaba en los festivales y encuentros que él creó para los jóvenes en el monte de la Fuensanta, como forma de evangelizar. Fue un anticipo de la actual JMJ.

Recuerdo en mis años jóvenes que yo componía canciones y letras dedicadas a Jesús y María, las cantaba en varios grupos musicales. Esto era para mí llevar el Evangelio a las almas, porque como decían los santos, el que canta ora muchas veces. Santa Hildegarda vivía la música como oración que lleva a Dios, y encontraba en ella amor y alegría.

8.- La ciencia avanza rápidamente, pero la calidad de vida es precaria y el estrés subyace como base de muchas enfermedades ¿qué nos dice al respecto?

Sí, hoy más que nunca en situaciones de pena, preocupación, frustración o estrés, la vesícula se sobrexcita y envenena la sangre. A mí me piden consejo muchísimas personas depresivas, las cuales sufren síntomas de tristeza a tal punto que les lleva a desearse la muerte.

Santa Hildegarda aconseja en estos casos una serie de remedios, como el conocimiento de si mismo a través de la meditación de los 35 vicios y virtudes, preparaciones de plantas y especias… hasta con sus famosas galletas de la alegría y una copita de vino “apagado”. Para salir de la enfermedad, hay que lograr un equilibrio: entre la tensión del trabajo y la relajación del descanso; entre estar solos y llevar una vida social demasiado intensa; entre oración y la meditación; y entre el ejercicio y el reposo.

9.- Al día de hoy, existen innumerables técnicas de autocontrol para conseguir éxito, ¿qué nos dice al respecto?

Lo que yo observo de todas estas técnicas es que tratan de buscar una relajación y dominio de la persona fuera de la fe de la santa Iglesia Católica. El peligro de estas técnicas es que, prescindiendo de Dios, cultivan un culto sólo a la persona humana, un yo-centrismo que lleva a la criatura humana a la soberbia, cayendo en el mismo pecado de los ángeles caídos o demonios que se rebelaron contra Dios. Así, por ejemplo: el reiki y otras prácticas de la nueva era que tienen una simbología satanista, pretenden domesticar y utilizar la llamada “energía vital universal”, que otros llaman energía cósmica, magnética, etc. San Pablo Apóstol habla de las “energías de este mundo de tinieblas” (Ef 6:12) y sabemos que, desde el pecado original, no sólo el hombre está herido, sino que la armonía del mundo queda destruida (Catecismo de la Iglesia Católica num. 400) y las energías del cosmos son perturbadas por fuerzas malignas: “El mundo entero yace en poder del demonio (1 Jn 5:19). Así, el que se abre a la “energía universal” se abre a fuerzas que no conoce, por ende, que no domina y que no son todas buenas. Los exorcistas afirmamos, que en muchas practicas al exponerse en estado de médium para recibir esas energías, se vuelve receptivo a las entidades del mundo oculto y los espíritus malignos entran en la persona. Los que así adquieren los poderes de la bestia son capaces de emitir “vibraciones de sanación” o mensajes conscientes o inconscientes que influyen en forma negativa a las personas, las situaciones, los animales y hasta la materia. La Biblia habla de estas fuerzas que dirigen el universo, y que Jesucristo despojó de su poder de muerte (Col 2:15). Santa Hildegarda, nos enseña muy bien este hecho en uno de los 35 vicios y virtudes.

10.- Una consideración final

Quiero destacar en santa Hildegarda que debido a su elevado nivel espiritual influyó en su época y también en la nuestra a llevar una vida de mayor piedad, oración, y vivencia de todos los Sacramentos con mayor santidad y rigor moral. Cuando en su tiempo y en el actual nuestro, había y hay mucho, relajamiento y amoralidad en la santa Iglesia y en la sociedad. Ella actuó como misionera con sus predicaciones intra-Iglesia y extra-Iglesia, abriendo otros conventos, exigiendo mayor cumplimiento de las normas y reglas de la orden benedictina, como en otras también.

En todos los años de mi labor como sacerdote exorcista intento, que todos los que vienen a pedirme ayuda: poseídos, maleficiados, afectados en mayor o menor grado de influencias diabólicas, aconsejar como urgente necesidad la oración personal diaria y frecuencia de los Sacramentos, para conseguir una liberación espiritual y corporal de la persona. Con los exorcismos, oraciones de liberación, oración personal y los grandes Sacramentos (Confesión, Eucaristía) que nos dio nuestro Señor Jesucristo siempre vencemos al demonio. Como alababa y cantaba tantas veces a Dios santa Hildegarda siempre al quedar liberada una persona, cantamos con fuerza el himno:

“Cristus Vincit, Cristus Regnat, Cristus Imperat”

Cristo Vence, Cristo Reina, Cristo Impera. Amén.

 

¡VIVA CRISTO REY! ¡VIVA LA VIRGEN MARIA! ¡VIVA SANTA HILDEGARDA!

Gracias padre Salvador, es toda una bendición recibir sus palabras y sus consejos sobre la vida en la Gracia. Hoy en el día de su patrono, San Benito de Nursia, nos encomendamos a él y a santa Hildegarda para que nos ilumine en este camino de conversión y de regreso a Dios.